Motociclistas, en desacuerdo con propuesta de prohibir el parrillero en Barranquilla
Una fundación que representa los intereses de los conductores de motos considera que la medida va en detrimento de la movilidad de 120 mil personas que usan este medio.
Después de que el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Gonzalo Londoño Portela, hubiera planteado la posibilidad de prohibir el parrillero de las motocicletas para disminuir los índices de homicidio en Barranquilla, la fundación Nacional y Centro integral del Motociclista y Transportador, que vela por los intereses de estos conductores, expresó en un comunicado las razones de su desacuerdo.
Según Mario Martínez, director de la Fundación, la medida "perjudica a más de 120 mil motociclistas de bien que transitan por las vías de la ciudad y el departamento".
Además, el representante del gremio de motociclistas considera que "esta medida es facilista y en vez de ayudar perjudica, ya que muchos agentes solo se dedican a lucrase con estas medidas y decretos".
"No podemos seguir perjudicando a la gran mayoría de motociclistas por la incapacidad clara y evidente de los organismos policiales, que solo piensan en limitar el tránsito de motos, sin encontrar un verdadero método que logre disminuir la delincuencia", agrega el comunicado.
El representante gremial insiste en que los delincuentes "no solo utilizan motos, también carros particulares, bicitaxis y muchas veces operan a pie", por lo que considera que la propuesta para prohibir al parrillero es un "despropósito".
"Exhortamos a el señor alcalde Alejandro Char y al Gobernador Eduardo Verano para que con nuestros buenos oficios podamos encontrar salidas y soluciones a este flagelo que azota tanto a ricos, como pobres, blancos y negros a todos, de igual manera estaremos alerta para manifestarnos en todas las formas que nos permite la ley para que nuestros motociclistas de bien no sigan siendo perseguidos por medidas anti populares como esta", finalizó.
En 2011, en Barranquilla se tomó una medida que prohibió al parrillero de las motocicletas, pero en esa ocasión la intención no iba encaminada a evitar los ataques sicariales (que normalmente los ejecuta el parrillero), sino el de regular el servicio informal de mototaxismo.